Más por menos...

Se lo escuché hace no mucho a alguien, más por menos es menos, no es más, las matemáticas no engañan, parece que todos los empresarios gracias a la crisis, han decidido pedir más por menos a sus empleados. La situación actual se lo permite, la coyuntura de la falta de crédito y liquidez les está permitiendo hacer excesos que en otros tiempos les habrían condenado al fracaso empresarial más absoluto por la pérdida de sus mejores recursos humanos por falta de atención emocional, económica y conciliadora.

Es una lástima, la actual situación está favoreciendo que las diferencias entre las clases sociales sean mayores, la clase media se reduce, volviendo a niveles de vida de los ochenta pero con precios de la década de los 2010, un serio problema nos amenaza.

Y mientras, los empresarios agazapados, los que sobreviven hacen mayores cajas, porque el miedo es a corto plazo el mejor motivador para el trabajador, a largo la peor estrategia posible y años de avances en mejora de calidad de vida se van al traste, los empresarios más tiranos y los trabajadores más esclavos, pero si hay algo que ya he aprendido en mi corta-media vida, es que al final los ciclos son ciclos y todo antes o después llega a su fin y los que ahora se aprovechan acabarán en su lugar, el que se merecen cuando las cosas mejoren, los empleados-esclavos volarán hacia tierras más cálidas, el primero que se de cuenta será el que ganará en la siguiente etapa, pero como siempre, tendrá que estar en el lugar y sobre todo, en el momento adecuado, el resto de empresarios-tiranos acabarán en el lugar que les corresponde, ellos saben cual.

El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir.

Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.

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