Se nos va la olla

Cada vez lo tengo más claro, el otro día el premio nobel de medicina venía a decir que la inversión en investigación en tetas de silicona y medicamentos contra la impotencia era infinitamente mayor a la inversión en el estudio de soluciones contra el alzheimer, con lo que nos auguraba un futuro en el que todos viejecitos tendríamos tetas de infarto y rabo-tiesos, pero no sabríamos que hacer con ellos. Sólo por esa frase merece el nobel, no se si de medicina, pero si el de sensatez.
Yo, no entiendo ni mi propia vida, es decir, nos hipotecamos, trabajamos las mejores horas de nuestra vida, para en la peor época dedicarnos a hacer sólo lo que podemos, es completamente absurdo, prefiero disfrutar hoy de las tetas y los rabo-tiesos y mañana poder acordarme o no, desde una vejez en la que no sienta haber desperdiciado toda una vida en pro de lo que me han dicho que debía ser.

¿Qué es la mayoría? La mayoría es un absurdo: la inteligencia ha sido siempre de los pocos.

Johann Christoph Friedrich von Schiller (1759-1805) Poeta y dramaturgo alemán

1 comentarios:

Micropene dijo...

Son datos irritantes por lo descabellado que resultan.

No hace mucho leí que en el "primer" mundo nos gastamos más dinero en tratamientos y productos para mantener la línea que el presupuesto estimado necesario por la OMS para erradicar el hambre del "tercero".

Mientras unos tenemos que hacer esfuerzos por mantenernos alejados de la nevera repleta y no atracarnos de excesivos alimentos, nuestros congéneres se mueren de hambre a apenas 1000 kms. de nuestras barrigotas.

Somos una especie inexplicable.

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