Con un brazo aún roto y mil dolores por banda, viento en popa a toda vela, a los Mägo de Oz fuimos a ver, practicamente desde un helicóptero, pero volviendo a la realidad allí estuvimos, David, Yoli, Moi , mi Lu y yo.
El concierto de Alcalá casi lleno, el ambiente, de los mejores que he visto, el sonido penoso, pero se compensó con el ambiente, un acierto las entradas a 10€ donativo contra el cáncer incluido, los Bred 77 esos, demasiado largo el telón, mejor 30 minutos, pero aguantamos porque la versión de Zombie era decente.
Desde aquí decir que los Mägo de Oz me parecen de lo más positivo que ronda el triste panorama patrio de la música hispánica.
Mi brazo se alegro un poco y a la magneto-terapia le añadimos la concierto-terapia.
Demasiado tiempo
Hace 3 años
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