D.E.P.

Este fin de semana, una amarga noticia ha invadido mi entorno laboral, un compañero de tan sólo 28 años moría en su casa de muerte súbita. Una vida, unos sueños, un hijo arrancado de sus padres, una hermana destrozada, una novia sin consuelo, unos amigos que no encuentran explicación, unos compañeros que miran a su lugar de trabajo vacío, sin que nadie se lo esperase, a las 11:00 de la mañana nos reíamos a la hora del café, a las 11:00 de la noche estaba muerto.

Era una persona especial, no era uno más, tanto por sus ideas como por su forma de defenderlas, una persona a la que le ha llegado la hora con un reloj averiado, porque todo el mundo debería tener la oportunidad de vivir una vida completa, para cometer sus errores y sus aciertos, para disfrutar de sus alegrías y sufrir sus miserias, pero a mi compañero no le ha sido posible.

Todos deberíamos pensar, en nuestro día a día, en nuestra batalla diaria y en nuestra inercia sin sentido que en cualquier momento, sin aviso, sin opción, sin oportunidad todo puede llegar a su fin en tan sólo un segundo.

Era de esas personas que yo calificaría como buenas, una buena persona, seguro que amigo de sus amigos y compañero de de sus compañeros.

Descanse en paz, o mejor con música de Los Ramones, un buen compañero y como decía su destrozado padre en el velatorio, ¡¡¡ Que putada !!!.