Volver a disfrutar de lo básicamente real.

Llevo algunos días detectando como esto de la crisis nos está poniendo en nuestro sitio, para lo malo, pero también para lo bueno, estoy detectando que la gente está volviendo a disfrutar de lo básico y auténtico en lugar de lo complejo y falso.

Estos días festivos, he podido comprobar como la gente está volviendo a disfrutar de lo simple, de lo sencillo, de la cañita en la terraza del bar del cruce a la puesta de sol, del paseo sólo por pasear, del sol, del viento, de la conversación.

Y es que se habían perdido muchas de esas cosas, en la falsa realidad que se vivía antes del pinchazo burbujil, no digo que todo el mundo, pero si la gran mayoría.

Ahora vuelves a ver a padres con sus hijos paseando por la calle, los sitios han dejado de estar atestados de consumistas a crédito vencido, las cosas vuelven a precios razonables, antes crecían sin que los ingresos lo hiciesen. Es como si se humanizara un poco el caos.

Y ya se que para el parado, para el que ahora no llega a fin de mes todo esto le fastidia la vida, pero, tal vez, la vida que vivía no le correspondía, no porque no tuviese derecho a ésta, si no porque los medios de obtenerla no eran los correctos, ni las reflexiones las suficientes.

Si hay una ley en la naturaleza es que las cosas, o se regulan o se regulan. Estamos volviendo a la vida que se vivía en los años 80, la década de los 00-10 se recordará como la de los 70s-80s. ¿Volveremos a vivir en entornos como estos y en vidas como estas?: