Bajo el centro de Madrid, el submundo

Por motivos laborales, el otro día pude contemplar una de esas galerías secretas que existen bajo el suelo de Madrid, está, en concreto, bajo la Castellana y a la altura de Nuevos Ministerios, por seguridad no puedo dar más datos, pero es increíble la cantidad de galerías de servicio que existen bajo nuestros pies, galerías e instalaciones, si nos pudiésemos mover mediante éstas, llegaríamos a todos los sitios más rápido y surgiríamos de repente como un héroe de comic, en el lugar adecuado en el momento preciso.

Madrid, y todas las ciudades se encuentran llenas de estas galerías, túneles, estaciones abandonadas de suburbano, colectores, e incluso galerías hechas por visigodos, árabes o romanos.
Miles de kilómetros de intrigantes galerías bajo la ciudad, con arquetas y entradas ocultas, frente a nuestros ojos, pero invisibles a quién no les presta atención, un submundo de gentes peculiares que las transitan. También conocí a una camarera de un pequeño local de comida rápida alojado en ese submundo que convive con clientes peculiares, entre ellos un vagabundo que se acercó a tomar un café mientras yo esperaba, el vagabundo le dijo que si tenía suficiente con unas monedas para que le pusiera un café, las monedas no eran suficientes, doy fé, pero ella le dijo, claro, claro, no te preocupes y le puso ese café que el tomó y se marcho a degustar a otro lugar alejado de nosotros, "los clientes normales", para no molestar.
Yo pensé, que es bonito encontrar humanidad en lugares tan inhumanos como ese, convivencia en lugares tan fríos. Porque somos humanos y nos tenemos que relacionar, somos seres sociales, incluso, donde sólo habitan las ratas y las cucarachas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Si es que a veces nos pensamos que el mundo es sólo lo que nuestros ojos alcanzan a ver...pero hay muchos otros mundos...algunos hermosos, y otros duros, inóspitos, como tú dices, casi inhumanos...

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