El cinturón ruso de Afganistán.

Hoy he decidido, por voluntad propia, bajar un poco el nivel político-protestón del blog y cambiar de tema, y es que, mi gran amigo, el sabe quién, volvió de su viaje de trabajo por Afganistán el otro día y decidió hacer lo que los amigos deberían hacer siempre llamarme y quedar, el sabe porqué lo digo, además de darme una gran alegría por haber vuelto, me trajo de regalo un viejo cinturón de la época de la guerra con los rusos, después un familiar me dijo "seguro que es de un soldado muerto", y mi mente comenzó a volar imaginando a quién perteneció y como llegó a manos Afganas.

La verdad es que mi amigo los tiene bien puestos, ya que en una semana se a paseado por medio Afganistán en avión y helicóptero. Lo bueno es que ya está de vuelta y escucharlo contar sus experiencias es ciertamente enriquecedor.

Volviendo al tema del cinturón, para los que siguen el blog, ya saben que la parafernalia con historia militar me fascina, en especial, la rusa, el domingo dediqué parte de la tarde a lustrar la placa hasta dejarla brillante como hace años ya que tiene que datar, forzosamente de esa guerra olvidada que aconteció entre 1979 y 1989, diez años de lucha contra la naturaleza abrupta de una región que vive siglos atrás y que, hoy por hoy, los americanos intentan desafiar, una vez más, es muy probable que pierdan la batalla, y mi amigo, me traerá, dentro de veinte o treinta años otro cinturón, esta vez, de algún soldado americano que murió de calor, de sed, de hambre o simplemente de pena.