Muchas cosas en unos cuantos días...

Llevo algunos días sin poder publicar entradas en el blog ya que mi vida se ha acelerado un poquillo, mucho trabajo, viajes y karts.

Empezaré por lo último, los karts. Para alguien como yo al que todo lo que lleva un motor de combustión interna le fascina, los karts son la experiencia controlada y barata más próxima a generarle un orgasmo con olor a gasolina. Simplemente, increíble, desde mis tiempos de adolescencia radical a lomos de una tabla de Windsurf o Snowboard, no había vuelto a sentir con tanta intensidad la emoción, la velocidad, el control, el descontrol y la sensación de ser un ser superior a la humanidad autómata que me rodea. Puedo decir que el otro día en los karts me volví a sentir plenamente vivo y espero poder repetir la experiencia en breve, aunque, debo reconocer, que me asusta engancharme como suelo hacer a estas cosas y prefiero aplicar mi filosofía de aprendiz de todo y maestro de nada en esto de los hobbies.

Por otro lado, ayer, me tocó hacer un viaje intenso a la zona de Calatayud y el viaje de vuelta viendo los campos de cereal fue lo más parecido a ver a dios, es de esas veces que te prometes no olvidar unas imágenes y las dejas en tu memoria, para cuando te puedan hacer falta, soltar un "yuju" en el kart es comprensible, pero a las 09:30 de la noche por el medio de una carretera desierta en medio de la Alcarria y rodeado de campos de cereal tras la tormenta en plena puesta de sol no debería serlo menos.