Desnudo en mitad del desierto

Estaba pensando escribir esta entrada sobre un tema que me es recurrente en los últimos días, pero he decido sobreponerme y meter en el mismo saco los éxitos y los fracasos y después de tirarlo, poner uno nuevo.
Es curioso como hay días en los que todo se va a la mierda, los astros se alinean para recordarte que la vida esta apoyada en endebles andamios y colgada de frágiles cuerdas, cuando se tambalean, lo único a lo que uno puede agarrarse, es, a sus principios. Se debe recordar cuales son las líneas maestras que rigen su vida, las líneas olvidadas por la estabilidad inestable cotidiana. Es en esos momentos cuando uno se siente más débil, se siente desnudo en medio del desierto.
Hay muchas clases de personas, que, en similares circunstancias reaccionan de muy diversa forma, pero sólo unas pocas, son capaces de anteponerse, "sacar pecho" y seguir hacia delante, pero seguir, sin saber a donde se dirigen, con la incertidumbre de no saber si el camino elegido va a algún lugar, pero con la certeza de que, peor es no caminar. Peor es no caminar, que no saber a donde ir, pero es no caminar si te nublan el sol y no sabes que dirección tomar, pero camina, camina, no pares, que mejor es, morir caminando, que parado...

La victoria y el fracaso son dos imposibles, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.
Rudyard Kipling 1865-1936

Los peores embusteros son los propios temores.

Rudyard Kipling 1865-1936