Tengo la sensación de que le he vendido mi alma al diablo, si, resulta que por un jornal, le entrego la disponibilidad de mi tiempo a una/s personas que hacen con él lo que quieren, porque como pagan por él..., Vamos, que el concepto de esclavitud lo hemos modificado por una esclavitud remunerada, la sociedad nos obliga a depender de ese poderoso caballero que es don dinero, para convertirnos en esclavos a cambio de pan y pésimo vino.
Lo peor, pasarse una vida, deseando vivir otra, autoconvenciéndonos de lo necesario que es ser esclavos remunerados a cambio de nuestra libertad, sobre todo, de nuestra libertad mental.
La solucion a este dilema: ser social o ser asocial, ser un loco o estarlo, ¿es posible cambiar radicalmente, no de forma de ver la vida, sino de vida?. Me temo que casi imposible sin romper con los lazos que nos han vendido para convencernos de que estamos sujetos y atados al suelo.
Conviérte en un junco y deja que el viento te mueva, pero que jamás pueda partirte, porque eres hueco, ligero y flexible, quizá esa sea la solución.
Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
La libertad es un lujo que no todos pueden permitirse.
Lo que más me inquieta es que en España todos se preguntan: ¿qué va a pasar? Casi nadie se pregunta: ¿qué vamos a hacer?
La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor.
Aunque el mundo contiene muchas cosas decididamente malas, la peor de todas ellas es la sociedad.
Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.
La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros.
La sociedad no debe exigir nada de aquel que no espera nada de ella.
5 comentarios:
Muy bueno. Andamos todos un poco perdidos, y hay quen lo aprovecha para manejarnos como a un rebaño.
La libertad es la capacidad que tiene el hombre de elegir sus cadenas
Joder, estamos en línea, porque acabo de leer esto y acabas de poner otra entrada.
Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que comentas. Precisamente la falta de libertad para disponer de mi tiempo (que por muchos años que uno llegue a vivir, seguirá pareciéndome poquísimo) ha sido la causa de no entrar en blogs propio ni ajenos.
Lo de soñar con otra vida es una constante en la mía. Y mi recelo hacia "la sociedad" ha hecho que me recluya en el campo, donde Cristo dio las tres voces, y sólo baje a la civilización cuando es absolutamente imprescindible, como los bandoleros.
Me alegra saber que también practicáis vosotros la jardinería extrema. He descubierto que es una gran terapia para combatir todo esto que comentamos.
Un abrazo Guile. Reconforta saber que sin habernos siquiera visto personalmente, se ha creado cierto vínculo virtual. Gracias por tu comentario (ha sido eso lo que me ha "obligado" a sacar tiempo de donde no lo había y retomar las riendas venciendo la apatía). Añadiría un precioso pensamiento de Voltaire, que venía a decir (parafraseándolo) que al descubrir que era incapaz de entender a los hombres, aprendió a ser feliz lejos de ellos. Pues eso es lo que hago yo ahora mismo. Y de momento funciona...
Gracias por los comentarios de tod@s, esta entrada es para mi un ejemplo de lo que pretendo con el blog, sentarme en un banco virtual y hablar de cosas que no sean "furgol", con gente de lo más dispar y conocer otros puntos de vida (vista), gracias a todos los que comentáis mi/vuestro blog.
A Elucubrante, hacía mucho que no sabía de él, me alegra verte por aquí, anímate a seguir con tu blog.
A Eilire, ya sabe lo que pienso y como actúo.
A Micropene, cada día tengo más ganas de conocerte tío, y si es con la amoto mejor, aunque también puede ser con el perro, o con las plantas, ja ja.
Eso tiene fácil arraglo: nos cogemos las motos un día y quedamos a mitad de camino (¿Almansa?) para comer o tomar algo, y así nos conocemos personalmente.
Nosotros andamos ahora mismo liados con un cambio de hipoteca y follones de casas y estamos tiesos, por lo que debería ser preferiblemente el mes que viene, que estaremos un poco más boyantes (no mucho más, no te creas...).
¿Te parece bien?
Un abrazo
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